Tengo la suerte vivir frente al Mediterráneo, en una ciudad mediana y a la vez turística. Me encanta comprobar año tras año que mi pueblo y su entorno es elegido por miles de turistas para pasar sus vacaciones.

Esta temporada se nota una mejora, no sé si sustancial a lo que ocupación y consumo se refiere. Sí es muy importante la cantidad de empleo que el turismo genera de forma directa y en los servicios complementarios que lo complementan.

Constato y me preocupa que este incremento de volumen de negocio haya cogido poco preparado a parte del sector turístico, pues en muchas ocasiones para cubrir este crecimiento se ha reaccionado de forma improvisada.

Me refiero sobre todo a la preparación y formación del personal. Si la excusa que se tenía para evitar una buena formación era la falta de perspectiva de futuro, ahora es la urgencia.  Pienso que para poco nos ha servido lo que nos ha enseñado la historia reciente.

Primero, un déficit recurrente es el desconocimiento de idiomas. Clama al cielo el paupérrimo porcentaje de personal que puede atender de forma digna a los turistas foráneos. Debería ser condición básica para tratar con el público. El chiste fácil y el idioma de los gestos no hace que el turista se sienta a gusto, sino todo lo contrario.

También escasea la innovación en el servicio, yo ya me quedaría en que fuera simple evolución. Es necesaria una formación continua que asegure al turista un servicio a la altura de lo que está pagando.

En el mundo del turismo y el de la hostelería en concreto existen  empresarios y trabajadores que lo tienen claro, se nota y mucho esta preocupación por el futuro. La lástima es que al lado existe mediocridad que empaña el esfuerzo que están realizando.

No debemos olvidar que es el cliente, que es él el quien elige. Se debe analizar el esfuerzo que está realizando por visitarnos y utilizar nuestros servicios.  Es el momento de plantearse aquellos que no lo han hecho,  desde el empresario al trabajador eventual que hay que formarse bien, evolucionar, ofrecer profesionalidad,  aportando mayor valor añadido que simplemente levantar la persiana o acudir al puesto de trabajo.

Os deseo, unas buenas vacaciones para los que las vais a disfrutar y un estupendo tiempo de trabajo para los que lo habéis conseguido en estas fechas.